Cuando vuelves a interactuar con tus padres después de mucho tiempo de vivir solo, las cosas se complican un poco. Esto me pasa desde que mi mamá llego a México. La imagen que yo tengo de ella es muy diferente a la que tiene ahorita, pero el amor que ambas sentimos una por la otra es el mismo.  Los padres, no importa la edad que nosotros tengamos, siempre van a querer indicarnos el camino que ellos creen que es mejor, y no me refiero a elecciones de vida o cosas asi, ya mi mama me acepto esto que hago para vivir jajaja, si no en cositas triviales como “la ropa no se lava así”, “eso no se cocina así”y cosas por el estilo.

Mi mamá es de quien aprendí a cocinar. Fue mi guía en la cocina desde que tengo memoria, con ella preparé mi primera pastel; siempre estuvo guiándome y no haciéndome todo, justamente, para que yo aprendiera. Muchos pasteles después de ese, ya considero  que se algo de cocina y he desarrollado mi propio estilo. Ahora cuando mi mama llega aquí y ve como cocino, viene el choque. No siempre estamos de acuerdo en cómo se prepara cada cosa, y a ella le ha costado un poco entender todo este asunto de la dieta keto, hay veces en que ambas nos frustramos una con la otra .

Yo soy fiel creyente de que la comida une a las personas, y creyendo esto me decidí a que mi mamá y yo no podíamos pasar más tiempo así. Empezamos a coleccionar recetas, desarrolle un poco más de paciencia para explicarle cada duda que tenía sobre mi dieta, y así empezó este plan de hacer un quiche. Son todos los elementos comunes de un quiche: huevos, mantequilla, tocino, etc. Y la enseñe a hacer la masa básica de keto para que se sintiera a gusto.

Este quiche es una de las cosas más lindas que nos ha podido pasar porque nos unió de nuevo en este espacio que las dos amamos: la cocina. Me permitió volver a ser esta niña pequeña por un momento y estar con mi mama cocinando.  La receta no hace falta decir que quedó deliciosa, con los champiñones y el tocino nada puede quedar mal la verdad jaja. Queda tan rico que casi no me deja tomarle la foto porque desde que está en el horno despide un olor que no tiene explicación. Incluso mi hermana que estaba en otra parte del estudio vino corriendo cuando estuvo listo. Fue un éxito rotundo, Omar se quejó de que no le guardamos. Con esto fui feliz, y puede apreciar el valor que tiene una buena receta y la buena comida para unir a las personas.